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miércoles, 7 de marzo de 2018

LOS CUENTOS DE BEEDLE EL BARDO, María

Es un libro en el que se cuentan cinco historias que escribió Beedle el Bardo. Al final de cada historia está la explicación del cuento que escribió Albus Dumbledore (profesor de Hogwarts). De esas cinco, yo os voy a contar la que más me ha gustado, que es “La Fuente de la Buena Fortuna”. En lo alto de una colina, rodeada por muros y por buenos hechizos, se encontraba la fuente de la Buena Fortuna.
El día más largo del año, se le ofrecía a una persona con algún problema, la oportunidad de subir hasta lo alto de la colina y que se le fuera todo el mal. Allí acudió muchísima gente; entre ellos, tres brujas llamadas Asha, Altheda y Amata. Asha padecía una enfermedad, a Altheda le habían robado la casa, el oro y la varita mágica; y a Amata le habían roto el corazón.
Con los primeros rayos de sol, una enredadera que nacía al otro lado del muro, agarró a Asha, ella a Altheda, ella a Amata y ella a un caballero triste. Empezaron a caminar y cuando llegaron al pie de la colina, había un gusano blanco gigante que dijo: - Entregadme la prueba de vuestro dolor.
Todos intentaban atacarle, pero nada funcionó. Así que Asha, desesperada rompió a llorar y el gusano les dejó pasar.
Cuando se encontraban a mitad de la colina, vieron una frase:
- Entregadme el fruto de vuestros esfuerzos. Intentaron continuar, pero no conseguían avanzar nada y al final, de tanto esfuerzo, el sudor cayó sobre la inscripción y eso les abrió el camino. Siguieron caminando y justo antes de llegar a la fuente encontraron un arroyo. En el fondo, había una piedra lisa con esta inscripción:
- Entregadme el tesoro de vuestro pasado.
Amata entendió el mensaje. Agarró su varita, extrajo de su mente todos los recuerdos felices que pasó con el joven y los echó al agua. La corriente se llevó sus recuerdos y cruzaron.
Antes de tomar la decisión de quién se bañaría en la fuente, Asha cayó al suelo y estuvo a punto de morir. Sus amigas la hubieran llevado hasta la Fuente, pero ella les suplicó que no la tocaran. Altheda cogió unas hierbas, se las dio a Asha que en unos minutos se curó y dijo que se bañara Altheda. Pero Altheda pensó que si podía curar esa enfermedad ganaría muchísimo oro y dijo que se bañara Amata. Pero Amata había borrado de su mente todos esos recuerdos malos y al final se bañó el caballero.
A mí me ha parecido muy interesante y… ¡os lo recomiendo!

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