Al día siguiente, cuando se levantó, le crecieron alas transparentes.
El niño no se dio cuenta. Como llegaba tarde al colegio quería ir muy rápido y de repente empezó a volar.
Cuando el niño llegó a clase no estuvo nada atento, pensando todo el rato en qué podía hacer con sus alas. Él se lo contó a sus amigos y decidió dar la vuelta al mundo con sus amigos.
Tomaron la poción con batido de chocolate y esperaron un día para ver si les salían alas. Al día siguiente sólo le crecieron alas a su mejor amigo. El chico se preguntaba por qué.
Tras muchos días pensando, se dio cuenta de que él pensaba que era una poción de inteligencia y todos los demás pensaban que era para poder volar. En este caso la poción era para subir la inteligencia, no para volar.
Entonces el chico decidió:
a) Volver a darles la poción con las recomendaciones…
b) Irse sólo él con su mejor amigo…
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