En un rincón de la tierra escondido entre montañas, existe un pueblecito pequeño lleno de gente. Allí a un no ha llegado la tecnología.
Allí hay panaderías. Los hombres se encargan de un horno de piedra, las mujeres masan el pan, las abuelas cuidan a los bebés, los abuelos ponen las tazas sobre la mesa y los niños/as le dan forma a la masa. Después cada uno cumple con su obligaciones. La profesora y el sacerdote dan clase juntos. Los hombres van a recoger leña, Nicolás, un chico, mientras descansaba vio como una luciérnaga en el tronco. Era un hada. Nicolás la sacó de la botella y les dijo que les debía un deseo. Ellos
no sabían que pedir pero al día siguiente pidieron la libertad del
hada.
“Cuando
una persona aprende a disfrutar de lo que tiene, hasta el ser
mas pobre, halla la felicidad.”
Me
ha parecido muy chulo. Os lo recomiendo. Hasta la próxima.
Anaís.
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